GURU RIPONCHE

Es muy reverenciado, sobre todo entre los nyingmapa, quienes lo consideran como un segundo Buda.
Hacia mediados del siglo VIII, el rey Trisong Detsen invitó al Tíbet al gran sabio Santarakshita, de Nalanda, para que le ayudara a difundir el Dharma.
Éste, no pudo lograr mucho ya que los demonios locales no paraban de destruir Samye, el monasterio que intentaba construir, de modo que le sugirió al rey invitar a Padmasambhava, el gran maestro tántrico de Urgyen, el único capaz de someter a las poderosas fuerzas que dominaban aquella tierra.
Padmasambhava tenía un profundo dominio de las artes de la mente.
Pronto las controló y las “convirtió” al Dharma para que, desde entonces, se desempeñaran como protectores del Dharma en una tierra donde las enseñanzas habrían de prosperar.